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| Xalapa, Ver. | 10 Abr 2025 - 23:21hrs
Paola Cortés Pérez
Fotos: Omar Portilla Palacios
Xalapa, Ver., 10/04/2025. El reconocido biólogo José Aristeo Sarukhán Kermez impartió la conferencia “La responsabilidad de las universidades para enfrentar con la sociedad los retos de la crisis ambiental”, en la que hizo un llamado a la transformación de las instituciones de educación superior (IES) en la lucha contra el colapso ambiental global.
La charla, realizada en el Auditorio “Alfonso Medellín Zenil” del Museo de Antropología de Xalapa (MAX), se llevó a cabo en el marco del 15 aniversario de la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad (Cosustenta) de la Universidad Veracruzana (UV).
A lo largo de un “vistazo al estado de salud” del planeta, el investigador emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) expuso los principales factores que desestabilizan los sistemas naturales y destacó ejemplos concretos de posibles soluciones, muchas de ellas ya se aplican en México.
A pesar de la magnitud del problema ambiental, destacó todas las universidades en el mundo, incluidas las más prestigiosas, aún tienen el reto de formar ciudadanos informados y comprometidos con su entorno.
A partir de esto, la UNAM desarrolló un curso obligatorio, gratuito y virtual, enfocado en los estudiantes que harán su servicio social en el próximo ciclo escolar, con el objetivo de concientizarlos sobre su papel como ciudadanos y profesionales en materia de ecología.
Este, detalló, abordará desde la evolución biológica hasta ejemplos reales de conservación, con la finalidad de que cada egresado sea capaz de tomar decisiones profesionales con menor impacto ambiental. Espera que otras instituciones de educación superior lo tomen en cuenta para integrarlo a sus planes de estudio.
Con respecto a la crisis ambiental, dijo que es el resultado de las decisiones que ha tomado la especie humana, así que para asegurar un futuro viable deben considerarse tres ejes fundamentales: agua, biodiversidad y clima; esto de acuerdo al documento Un ABC por México, en el cual participó junto con otros expertos en el tema y que fue diseñado para informar sobre el acceso a aire limpio, agua potable y ecosistemas sanos, condición básica de bienestar.
Es provocada por tres motores principales: el crecimiento poblacional, la demanda desigual de bienes y servicios, y el tipo de tecnologías empleadas para satisfacer esas necesidades. Esta combinación ha generado desigualdades profundas entre las personas y puesto en jaque la estabilidad ecológica del planeta, subrayó.
Crisis hídrica
También habló sobre la crisis del agua, la cual abordó con datos impactantes. Sarukhán Kermez mencionó que el planeta contiene más de mil 386 millones de kilómetros cúbicos de agua, de los cuales menos del 1 % es potable y accesible.
Además, gran parte del consumo se da de forma indirecta, como en la producción de alimentos y bienes; por ejemplo, una camisa puede requerir más de mil 200 litros de agua para su elaboración, y para la producción de un kilo de carne de res se destinan hasta 18 mil litros.
El Doctor Honoris Causa por trece universidades nacionales y extranjeras, subrayó la importancia de las cuencas hidrográficas y sus cabeceras, las cuales actúan como sistemas de captación y filtración natural. La pérdida de estos ecosistemas, por deforestación u urbanización, rompe el ciclo del agua y contribuye a la escasez.
Comúnmente los ciclones y huracanes son vistos como desastres, pero pueden ser una fuente natural de recarga de agua para el país, siempre y cuando el entorno natural esté en condiciones de retenerla, planteó.
Biodiversidad: patrimonio cultural, ecológico y económico
México es uno de los países con mayor biodiversidad en el mundo y gran parte de sus ecosistemas no son propiedad del Estado, sino de comunidades rurales e indígenas que los han manejado por generaciones.
Esta situación representa un reto y una oportunidad: al ser dueños, los habitantes pueden convertirse en actores clave de su conservación si reciben el apoyo técnico, económico y legal, apuntó José Sarukhán.
Destacó que las políticas públicas deben enfocarse en fortalecer a estas comunidades, pues su bienestar está íntimamente ligado a la salud de los ecosistemas que habitan.
En la conferencia también alertó sobre la creciente invasión global de plásticos y microplásticos, estos últimos ya se detectan en organismos marinos, aire y tejidos humanos. Cabe mencionar que cada minuto, en el planeta se desechan alrededor de un millón de botellas de plástico, muchas de ellas terminan en los océanos, afectando la cadena alimentaria y posiblemente la salud humana.
El investigador emérito de la UNAM cerró su conferencia recordando que el desafío no es solo técnico o ambiental, sino civilizatorio, ya que la humanidad debe pasar de un modelo de desarrollo basado en el lucro para unos pocos, a una civilización comprometida con la vida en el planeta. Y esa transformación debe comenzar por las instituciones de educación superior, que tienen el deber de formar ciudadanos y ciudadanas del futuro con conciencia ecológica, compromiso ético y conocimiento científico.
Al evento asistieron: el secretario Académico, Juan Ortiz Escamilla; la titular de Cosustenta, Laura Odila Bello Benavides; el director general de Investigaciones, Roberto Zenteno Cuevas, la directora general de Desarrollo Académico e Innovación Educativa, Elizabeth Ocampo Gómez.
Además de los directores generales de las Áreas Académicas de Artes, de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, y Económico-Administrativa, Beatriz Sánchez Zurita, Arturo Serrano Solís y José Luis Sánchez Leyva, respectivamente, así como estudiantes, docentes y comunidad universitaria.