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| CDMX | 18 Mar 2025 - 20:34hrs
CDMX 18/03/25. Con música en vivo, esta puesta en escena de Salomón Mondragón nos sumerge en un recorrido lleno de sabor, tradición y celebración a la muerte. A través de las velas, las flores y la cultura de Veracruz, somos partícipes de este velorio tradicional mexicano, en el que encontramos un pedacito de lo que fuimos, de lo que somos o de lo que seremos.
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través de la Coordinación Nacional de Teatro y AB Producciones, presentan la obra El velorio de mi madre, de Alan Blasco. Una oda al amor, un homenaje a todos los que se van, con música de JC Taylor.
Este montaje contará con una temporada del 20 de marzo al 6 de abril, los jueves y viernes a las 20 horas, sábados a las 19 horas y domingos a las 18 horas, en el Teatro El Granero, Xavier Rojas del Centro Cultural del Bosque.
Doña Tere, madre de la afamada actriz y cantante transexual Babilonia la Grande, ha muerto. La noticia llega a Babilonia mientras intenta suicidarse por sobredosis. La última petición de su madre fue ser sepultada en su pueblo, Tlahuaca. A su llegada, se ve invadida por fans, familiares, funcionarios públicos, ataques de pánico, presión por la prensa y figuras del espectáculo, lo que marcará el inicio de una pesadilla sin salida y la llevará por un recorrido al folclore mexicano y a las madres latinoamericanas.
En entrevista, Alan Blasco, dramaturgo y actor de la obra, mencionó: “quería hacer un homenaje a nuestros ancestros, una memoria de mis raíces veracruzanas, esos pueblos donde fui criado, una oda al amor y el reencuentro con nuestro pasado. Al final, resultó ser una historia que nos invita a reencontrarnos con nosotros mismos, encontrar nuestras fortalezas mediante el amor cuando parece que todo está perdido. Claro, siempre con una pincelada de humor”.
“Esta obra es un abrazo, un vuelo lleno de emociones, humor y cartas que nunca hicimos. Al final, nos reímos de nosotros mismos, de lo absurda que puede ser la vida cuando nos llueve sobre mojado y, también, con alegría despedimos a nuestros ancestros, como lo hacemos los mexicanos, los latinos; con música, sabor y fiesta”, añadió el autor.
“El personaje es una chica transexual, porque es importante abrirnos camino, darnos voz como comunidad LGBTQIA+… y narrarnos desde otros lugares, más allá de lo burdo, la caricatura o las historias contadas un millón de veces. Somos humanos, hermanos e hijos de la tierra. Sentimos, sufrimos y latimos como tú y como yo, y ante la muerte, todos, absolutamente todos somos iguales. Pues estrellas fuimos y estrellas seremos.”
El diseño de iluminación es de Edgar Mora, el diseño de vestuario es de Erick George, mientras que el diseño de maquillaje y de caracterización están a cargo de Nathaly Meneses.
Esta puesta en escena es un recordatorio de lo corta que es la vida, y de que serán nuestros actos, nuestra bondad y amor lo que recordarán de nosotros quienes dejamos atrás. Un canto al cielo, a la muerte, una celebración de la vida en un mundo lleno de dolor.