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| | 21 Sep 2024 - 23:04hrs
Durante el mes de agosto, Israel denegó u obstaculizó el 46% de los operativos humanitarios de los organismos de la ONU y sus socios en la Franja de Gaza, informó este viernes la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), subrayando además la violencia que afecta al personal y las instalaciones de socorro.
En su actualización de la situación humanitaria en ese territorio palestino asediado, la OCHA indicó que el Ejército israelí ha impuesto ventanas de tiempo cada vez más impredecibles y restrictivas para los movimientos humanitarios a través de los dos puestos de control entre el sur y el norte de la Franja.
Dichos horarios se anuncian por la mañana cuando los convoyes están listos para partir, lo que resulta en demoras significativas en los movimientos y limita el tiempo que tienen los equipos humanitarios para completar sus tareas en la ciudad de Gaza o el norte del territorio.
OCHA explicó que, aparte de las horas de funcionamiento limitadas, las fallas técnicas en los puestos de control retrasan aún más los operativos y ponen en riesgo la seguridad de los trabajadores humanitarios.
Como ejemplo citó que el 24 de agosto, una barrera de protección del puesto de control, supuestamente rota, hizo que una misión quedara bloqueada durante cuatro horas. La reparación de la barrera dio como resultado que no se entregaran 10.000 vacunas, 58 cargas de medicamentos, incluidos artículos para la cadena de frío y suministros médicos vitales para mujeres embarazadas, así como 24.000 litros de combustible.
La Oficina explicó que si bien Israel señaló que el puesto de control estaría abierto todos los días de 10.00 a 16.00 horas, las demoras continúan y a menudo no se permite que los convoyes se acerquen al puesto de control hasta bien pasadas las 10.00 horas.
No se encontraron supervivientes debido a las demoras
La dependencia de la ONU también expuso los tristes casos de dos operativos cruciales para salvar la vida de familias con niños atrapados bajo los escombros. La primera misión, en la ciudad de Hamad, fue obstaculizada por las fuerzas israelíes durante tres días consecutivos, a pesar de los indicios iniciales de que había supervivientes, incluidos niños. La segunda misión, en Rafah, fue igualmente obstaculizada. “Cuando finalmente se permitió que los equipos de rescate llegaran al lugar, no se encontró ningún sobreviviente”, apuntó la Oficina.
De la misma manera se negó un operativo posterior en Rafah destinado a recuperar los restos de 30 personas para darles un entierro digno, añadió.
Por otra parte, reportó que la delincuencia inducida por la guerra plantea un alto riesgo de robo de la asistencia humanitaria y violencia contra los trabajadores humanitarios.
“Las fuerzas israelíes exigen con frecuencia que los convoyes humanitarios esperen en puntos de espera antes de acercarse a los puestos de control, a menudo durante horas, lo que los deja expuestos a entornos de alto riesgo”, detalló.
Blanco fácil de asaltos
Además, el movimiento de productos humanitarios está restringido a una sola ruta dentro de Gaza desde Karem Shalom, lo que lo convierte en un blanco fácil de asaltos. Esta situación ha resultado ya en el robo de artículos de higiene como jabón, pañales y paquetes de alimentos entre otros suministros humanitarios que no han podido llegar a las comunidades afectadas.
La violencia a la que se enfrentan los trabajadores humanitarios en los puestos de control es otra de las graves preocupaciones de la Oficina de la ONU, que recordó los múltiples incidentes de disparos contra convoyes humanitarios cuando se acercaban a los puestos de control, a pesar de que los vehículos estaban claramente marcados y habían recibido confirmación previa de las fuerzas israelíes.
El incidente más grave se produjo el 27 de agosto, cuando las fuerzas israelíes dispararon unas diez veces con munición real contra un convoy del Programa Mundial de Alimentos (PMA) visiblemente identificado y cuyo movimiento se había coordinado de antemano.
Los civiles sufren la peor parte
La OCHA reiteró que los civiles de Gaza sufren la peor parte de las operaciones militares, refiriendo que más del 88% de la Franja de Gaza sigue afectada por órdenes de evacuación que, además de obligar a las personas a ir de un lugar a otro en busca de refugio, impactan los almacenes y otras instalaciones humanitarias esenciales.
Precisó que después de las últimas órdenes de evacuación en agosto, solo un centro logístico permaneció accesible para las organizaciones humanitarias sin requerir un proceso de traslado coordinado. Este proceso es extenso y las fuerzas israelíes con frecuencia lo niegan.
Propagación de enfermedades
La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) insistió en el peligro de la transmisión de enfermedades en medio de la falta de agua y saneamiento que imperan en Gaza.
“La gente se refugia en espacios abiertos sin red de alcantarillado ni sistema de drenaje de aguas pluviales, mientras los reptiles, roedores e insectos se propagan”, recalcó en una publicación de X.
Las reservas de cloro, esenciales para purificar el agua, están a punto de terminarse y, para que sean efectivas, es necesario utilizar el doble de solución purificadora.
Asimismo, la escasez de jabón para lavarse las manos, detergente en polvo o líquido y champú, al igual la falta de desinfectantes, facilitan la difusión de las enfermedades infecciosas.
Para proteger a las familias de las enfermedades, los equipos de la UNRWA rocían pesticidas y retiran los desechos.