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| Xalapa, Ver. | 20 Sep 2024 - 10:08hrs
Carlos Hugo Hermida Rosales
Xalapa, Ver., 20/09/2024. “La violencia de género siempre ha existido y con el avance de la tecnología se trasladó al ámbito virtual, pues allí encuentra condiciones propicias para su desarrollo”, explicó Aimé Grisel Ramos Uscanga, egresada de la Licenciatura en Derecho y de la Maestría en Estudios de Opinión de la Universidad Veracruzana (UV).
La joven impartió la conferencia “Violencia de género facilitada por la tecnología”, en el primer día de actividades del Congreso Internacional Sistemas Computacionales Administrativos organizado por la Facultad de Contaduría y Administración.
Aimé Ramos explicó que el internet es un medio idóneo para reproducir los ataques contra las mujeres, pues su arquitectura posibilita que permanezcan por tiempo indefinido.
La virtualidad tiene algunas características útiles para que la violencia de género se establezca, como perpetuidad, anonimidad, impunidad, automatización y accesibilidad, las cuales permiten que incluso se normalice.
Entre sus principales formas de expresión se encuentran el ciberacoso, abuso de imágenes, publicación de información personal privada, suplantación de identidad, difamación y discursos de odio.
La egresada compartió el caso de los ataques que sufrieron las candidatas a la presidencia de México, Xóchilt Gálvez y Claudia Sheinbaum, a quienes usuarios de redes sociales de manera directa o anónima criticaron o agredieron por diversas cuestiones, como su trayectoria, ideología o apariencia física.
Aimé Ramos enfatizó que es primordial un mayor control y regulación del contenido que se difunde en plataformas digitales, pues los discursos de odio dirigidos a las mujeres limitan su participación política y en otros ámbitos, y perpetúan las desigualdades.
“Es crucial mejorar las normas de moderación de publicaciones, para reducir la violencia de género virtual y garantizar un entorno equitativo y respetuoso”, manifestó.
La joven comentó que en la actualidad los estudiantes universitarios se encuentran sumergidos en un mundo digital, por lo cual es fundamental que puedan identificar los discursos de odio y así eviten regularizarlos.