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| CDMX | 01 Mar 2024 - 23:12hrs
Agencias
Buenos Aires, Argentina, 01/03/24. En las farmacias de Argentina la gente consulta el precio del medicamento y no lo compra, incluso antibióticos.
Unos abandonaron sus tratamientos contra la hipertensión o el colesterol. Otros dejaron de recibir del Estado medicinas cruciales para sobrevivir mientras el gobierno audita el sistema asistencial.
La caída de las ventas de 10 millones de medicamentos en enero, 70 por ciento en recetados, revela otra cara de la crisis donde el cuidado de la salud se volvió un lujo.
"Entre comer y comprar el remedio, la gente elige comer", razona la farmacéutica Marcela López detrás del mostrador de una farmacia en Buenos Aires. Los que no pueden pagar un antibiótico, sobrellevan el dolor con ibuprofeno.
Un caso similar es el de Viviana Bogado, cuyo hijo Daniel, de 16 años, necesita antibióticos y dieta especial.
"Tengo que comprarle una leche que cuesta tres veces más cara que la común, más antibióticos y digestivos.
Tuve que elegir, o su tratamiento o el mío para el colesterol", relata la cocinera de 53 años.
Desde que asumió el presidente ultraliberal Javier Milei en diciembre, los medicamentos aumentaron un 40 por ciento por encima de la inflación, que al 254 por ciento interanual es de las más altas del mundo y golpea con un nivel de pobreza superior al 50 por ciento.
Ruben Sajem, director del Centro de Profesionales Farmacéuticos Argentinos, explicó a la AFP que "hasta el año pasado había un acuerdo entre el gobierno y los laboratorios para que los precios se moderen".
Pero estos acuerdos fueron abandonados, así como "las regulaciones y controles que hacía la secretaría de Comercio".
La caída de ventas no refleja del todo a los pacientes crónicos que recortan tratamientos por el alza de precios. "Se están comprando unidades más pequeñas y esa es una situación dramática que no mide la estadística", agregó Sajem.