![]() | Francisco Reyes Isidoro Trivialidades |
25 Mar 2025
Trivialidades
Por Francisco Reyes Isidoro
Al igual que el ex boxeador Rubén “El Púas” Olivares, Cuauhtémoc Blanco es uno de esos casos de jóvenes surgidos de barrios humildes, que gracias a su esfuerzo y talento se encumbraron al estrellato deportivo acumulando fama y muchísimo dinero.
Pero a diferencia de “El Púas” que se vio afectado por el alcoholismo y las deudas llegando incluso a vender sus títulos -cinturones- mundiales para poder sobrevivir, el Cuauh optó por un camino inesperado y que en la mayoría de los casos corrompe a la gente impreparada y sin mucha inteligencia: la política.
Desde sus inicios como jugador y más por ser del América, Cuauhtémoc Blanco fue polémico dentro de la cancha en donde se sabe que provocaba a sus rivales con gestos o palabras a fin de que perdieran la concentración durante el juego.
Por el contrario, hay testimonios de las cosas buenas que tuvo en su etapa de jugador. Era de los pocos, sino es que el único, que siempre apoyaba económicamente a los empleados de más bajo nivel del Club América, a los de intendencia, a los jardineros y a los utileros.
Incluso, al recordar de dónde venía, le regalaba zapatos de futbol a los jóvenes que apenas estaban surgiendo y que, como él, también tenían el sueño de triunfar. Compartía su riqueza con lo que menos tenían.
Por su popularidad fue invitado como actor a programas de televisión y tuvo como pareja a actrices y modelos. Uno de esos romances lo vinculó con la ciudad de Xalapa porque fue novio de la actriz xalapeña Rossana Nájera, con quien incluso abrió un restaurante-bar frente al Teatro del Estado.
Pero en tiempos actuales estamos conociendo la otra cara de Cuauhtémoc Blanco: un político corrupto, ligado al crimen organizado, golpeador de mujeres y un presunto violador.
Creo que el exfutbolista escogió el camino equivocado porque fama la tenía y dinero le sobraba. Quizá la ambición por el poder lo sedujo y se inclinó por la política que es la que ha deteriorado su imagen.
Pudo haber permanecido como un histórico del futbol mexicano y ahora la historia lo está condenando como uno de los peores gobernadores que ha tenido el país.
Ayer fue patético ver como sus compañeras de partido -Morena- lo arroparon para defenderlo de la acusación que tiene por presunta violación. Ahora se sabe impune y se erige más como un político corrupto.
Ante lo que estamos viendo queda muy adecuada la frase que dijo el historiador británico Lord Acton: “El poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente” y Cuauhtémoc Blanco es el fiel reflejo de esto.